El Botox, también conocido como toxina botulínica, es uno de los tratamientos estrella sin cirugía de la medicina estética: es muy seguro, apenas requiere cuidados posteriores y las contraindicaciones son limitadas. ¿Su principal uso? Eliminar temporalmente las arrugas del tercio superior del rostro, aunque también se emplea en casos de sudoración excesiva en las axilas o las manos, por ejemplo. No obstante, en este artículo nos vamos a centrar en la aplicación del Botox en la frente, entrecejo, patas de gallo y cola de la ceja.
¿Dónde se puede aplicar Botox en la cara?
Realmente te lo acabamos de desvelar al final del párrafo anterior, pero no nos importa repetirlo de nuevo porque es una pregunta clave. El Botox, a pesar de que no es tóxico en las cantidades que se emplean, no se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo y, sobre todo, nunca jamás deberías permitir que te realice el tratamiento una persona que carece de titulación médica.
Insistimos: las inyecciones de Botox se emplean generalmente en el tercio superior de la cara. Es decir: la frente, que es una de las zonas en las que más se aplica, las patas de gallo o la cola de la ceja. Por otro lado, en las axilas, las manos, los pies o el cuero cabelludo se podría llegar a utilizar en casos de hiperhidrosis, pero eso implicar hablar de un tratamiento diferente.
¿Entonces cuándo no se aconseja la utilización del Botox? Bien, la respuesta es muy sencilla: dado que esta toxina se aplica para relajar el músculo en el que actúa, pero no para rellenar el mismo, nunca realizaríamos el tratamiento si la intención es conseguir un efecto volumen o variar las formas del propio cuerpo.
¿Botox y ácido hialurónico es lo mismo?
Negativo. El ácido hialurónico, tal y como te contamos en este artículo, sirve para rellenar los pómulos, labios, para la elevación de cejas o el alzamiento de mentón. Su efecto es, precisamente, dar volumen. El Botox, por el contrario, impide la contracción de los músculos provocando la eliminación de las arrugas con una eficacia increíble.
Usar Botox para las arrugas de la cara: 4 claves imprescindibles
- Dentro de los tratamientos de medicina estética es una de las técnicas menos invasivas y a la vez más eficaces que se conocen. Importante: es indoloro.
- La aplicación se realiza mediante inyecciones, pero la aguja empleada es tan fina que el pinchazo pasa prácticamente desapercibido. Algunos pacientes sí que hablan de un ligero escozor.
- Los efectos se comienzan a observar a los 4 días. Se aprecian durante 4 meses y resulta necesario volver a repetirlo a los 6. Por lo tanto, tendrás que someterte al tratamiento un par de veces al año si lo que buscas es una piel sin arrugas y más joven.
- Aunque se pueden comenzar a aplicar desde los 18 años, ya hemos aclarado que el Botox está orientado a eliminar las molestas arrugas del tercio superior de la cara. Por lo tanto, es más lógico recurrir al tratamiento desde los 30 años, una franja de edad en la que ya se aprecian los primeros signos del paso del tiempo. De hecho, las pieles maduras (+40 años) son las que más agradecen los efectos del Botox.
¿Vives en Logroño y necesitar recurrir a un tratamiento con Botox para la cara?
En Gabinete de Medicina Estética podemos ayudarte. Es muy importante que dejes el tratamiento en mano de especialistas médicos, puesto que la aparente sencillez del procedimiento no debe llevarte a engaño: los riesgos y las contraindicaciones siempre deben quedar muy claras antes de proceder. Por ejemplo, el paciente tiene que ser consciente de que el Botox puede causar dolor de cabeza u hormigueos en la zona tratada. Aunque no hay nada que temer: cualquier de ellos es temporal y reversible.
Cuando nos pidas la información correspondiente a este tratamiento, algo que puedes hacer aquí fácilmente, también aprovecharemos para explicarte qué medicamentos no se deben tomar una semana antes de comenzar con las inyecciones.