La carboxiterapia son unas microinyecciones de dióxido de carbono (CO2), un gas que se usa terapéuticamente inyectado con unas finas agujas a nivel percutáneo, subcutáneo o intradérmico, dependiendo del problema que queramos solucionar.
¿Qué se consigue con la carboxiterapia?
- Mejora la microcirculación en la zona tratada (efecto muy beneficioso en caso de celulitis).
- Sobre el tejido adiposo tiene un efecto lipolítico
- En la piel, aumenta la oxigenación de los tejidos, mejora la elasticidad y rejuvenece la dermis, estimulando los fibroblastos (se produce una neocolagenosis y nuevas fibras de elastina).
Puede realizarse durante todo el año, pudiendo combinarlo con otros tratamientos.
Los efectos secundarios son leves y predecibles, se trata de un tratamiento no tóxico.