El tratamiento con láser CO2 fraccionado ha ido ganando una popularidad relevante porque se ha erigido como uno de los mejores ejemplos de que someterse a un procedimiento de medicina estética no siempre implica pisar un quirófano. El láser CO2 fraccionado es un tratamiento completamente seguro, al que se somete a los pacientes tras un diagnóstico previo y que viene a solucionar o mitigar eficazmente determinados problemas de la piel, como los tres que te vamos a contar a continuación.
Antes de nada: ¿qué es el láser CO2 fraccionado?
Hagamos un pequeño recordatorio: este tratamiento médico estético estimula la producción de colágeno y ayuda a mantener la piel firme, aportándole elasticidad y resistencia, y consiguiendo que los tejidos vuelvan a ser más flexibles. Como elimina las capas superiores de la piel, contribuyendo a la formación de una nueva capa, este tipo de láser ayuda de una manera notoria a mejorar arrugas, cicatrices de acné, estrías o hiperpigmentaciones. No obstante, en este artículo queremos entrar al detalle de 3 casos muy concretos, gracias a los cuales te harás una idea más amplia de su efectividad.
Adiós al 'código de barras' de la cara
Las arrugas verticales que se forman en la zona superior del labio o en surco nasogeniano son las que coloquialmente reciben el nombre de código de barras. Aunque es un signo bastante asociado a la edad y el paso del tiempo, puede aparecer en personas fumadoras o en las que no cuidan la piel de forma correcta. Incluso es un signo de haber sonreído y hablado mucho a lo largo del tiempo.
Para corregir este problema, antes de la irrupción del láser CO2 fraccionado, se han utilizado diversas pomadas, sustancias como el ácido tricoloroacético (muy habitual de los peelings) o incluso el Plasma Rico en Plaquetas. Pero la verdadera clave para acabar con el código de barras es estimular la formación de colágeno, así que aplicando sesiones de láser en estos puntos tan concretos de la cara logramos unos excelentes resultados. Y además las sesiones para esta zona son relativamente cortas.
¿Problemas de acné por culpa de las mascarillas?
La mascarilla se ha convertido es una de las principales armas para evitar la propagación del coronavirus. Su efectivad como muro de contención no admite discusión, pero también es cierto que el uso continuado puede acarrear -en algunas personas- problemas de acné, que incluso se ha bautizado como maskné.
Antes de nada, es importante remarcar que el acné no es únicamente un problema juvenil. Puede aparecer en personas que hayan superado sobradamente esta época vital. Y es que puede estar causado por un abanico importante de cosas: las hormonas, ciertos fármacos, el ritmo de vida, etc. A estas causas se unen las mascarillas, que generan un exceso de humedad en la zona de la cara donde se fijan y ocluyen los folículos de la piel.
Para mitigar las cicatrices que deja el acné y el maskné se puede recurrir a un tratamiento de láser CO2 fraccionado, cuyas columnas de energía térmica penetrarán en las propias marcas de la piel para estimular la formación de colágeno, mejorará la flacidez facial y, prácticamente, las hará desaparecer.
Atenuar las cicatrices
Como has podido comprobar en el apartado anterior, el concepto de cicatriz puede abarcar una amplia variedad de tipologías. Pero en este caso queremos hacer referencia a las causadas por heridas de consideración (una cirugía previa, por ejemplo). Lo principal es remarcar que, por norma general, es complicado hacer desaparecer por completo una cicatriz, ya que se trata de una alteración importante de la composición de la piel. Por lo tanto, el objetivo será atenuarla lo más posible. Y eso puede hacerlo el láser CO2 fraccionado de una forma prácticamente idéntica a la que hemos ido señalando a lo largo del artículo: aplicado en la zona de la cicatriz, el láser destruye la capa externa de la piel para producir nuevo colágeno que, junto a otros procesos biológicos que influyen en el tratamiento, actúe reparando la zona dañada.
Tres aspectos claves del láser CO2 fraccionado
- La duración de las sesiones suele ser de entre 30 y 90 minutos. Todo depende la zona a tratar.
- Se utiliza anestesia tópica, aunque también se puede recurrir a la local en casos determinados por el médico.
- El proceso de regeneración de la piel continúa una vez finalizado el tratamiento, puesto que la creación de colágeno va renovando la piel.
¿Crees que el láser CO2 fraccionado puede ser un buen tratamiento para alguna de esas imperfecciones o problemas de la piel que no terminan de gustarte? Puedes visitarnos en nuestro centro de medicina estética en Logroño y nuestros especialistas se encargarán de hacer un diagnóstico y recomendarte los mejores tratamientos. ¡No dudes en llamarnos al 941 252 784!